Aquí tenemos a los papás de esta
golden retriever. Estos padres cuentan con grandes premios a lo largo de su
vida, al igual que sus antepasados, como abuelos, bisabuelos, etc.
En las fotos vemos
como ha ido cambiando a lo largo de los días, como se ha ido haciendo más
grande. En el centro de la foto, la vemos con apenas 2 días, recogida entre sus
hermanos.
Arriba cuando tenía
17 y 25 días, cuando ya iba teniendo rasgos que la caracterizarían, como los
mechones en el hocico. Debajo se encuentra con 37 días mostrando dotes de pose
ante la cámara, aunque, eso sí, no tardó en quedarse dormida. Y ya por último está
con tan sólo 51 días, poco antes de venir a casa.
La mayor parte del viaje
lo pasó durmiendo, salvo cuando empezó a inquietarse, donde dejo su huella en
el coche haciendo una enorme y mal oliente caca, eso sí, sin antes olvidarse
vomitar.
Cuando llegó tenía todo tipo de juguetes con los que se iba a entretener, como en estas fotos que vemos la pelota.
Esa bola de pelo es
Vieca, y aunque no lo parezca ese día después de un rutinario análisis por
parte de la veterinaria en el que todo estaba en perfectas condiciones, nos dijo que pesaba 3,900 kg.
En esta foto Vieca esta entretenida con su hueso de hilo, que poco a poco hemos ido viendo cómo se va desgastando, ya que es uno de sus juguetes preferidos.
Esta es una de las fotos que no te cansas de mirar, tal vez por el atardecer o por lo relajada que está ella, parece un peluche, tan redonda, tan tranquila, pero bien guapa que está.
Pero que graciosa que
está cuando se metía debajo de la mesa del salón, un ovillo en movimiento se
deslizaba por ella, mientras nosotros la sacábamos incansablemente.
En esta misma foto está
intentando prepararme unos guisos con el robot de cocina.
No sólo se pasaba el día jugando, también dormía y mucho, y uno de los sitios preferidos donde le gustaba ir a dormir era a mis zapatillas, metía el hocico y hasta dentro de un par de horas.
Aquí vemos varias fotos con sus juguetes. Lo del teclado ya es algo cotidiano para ella ya que, últimamente, cuando empezamos a escribir siempre viene para subirse al sofá. Las pelotas, el kong, le encantan, sobre todo, cuando le ponemos comida dentro e insiste hasta conseguirla. Otros juguetes son los botes de leche o los tapones de las bebidas, está ahí hincándole los dientes hasta desenroscarlo, y lo consigue! Menuda está hecha.
Ya con 3 meses, quién diría lo rápido que
va pasando el tiempo, lo que va creciendo y lo que cada día ha ido disfrutando.
Dejo aquí una recopilación de ese tiempo.
Su primer viaje (quitando el de venir
a casa) fue a Alicante, ahí se enseñó a hacer caca fuera de casa, por fin!!
Después de un mes y medio intentándolo, pero lo consiguió. Y disfrutó allí
conoció a otros perros que en cuanto veía se revolcaba por el suelo, aunque eso
lo sigue haciendo después de tres meses.
Menuda celebración de 4 meses, fue en la playa. Lo pasó muy bien, comió arena, corrió, olisqueó a más no poder, jugó, después de esa han ido algunas más y cada vez mejor.
Hay muchas fotos de
primer plano de Vieca pero cada día la vemos hacer algo nuevo, o lo que vemos
es que está creciendo, y no queremos perdernos ni un instante.
Este día aprovechamos y la
llevamos al Mar Menor, esperando que ese día se metiera y fuera cogiéndole
gusto al agua, y como no es muy profundo, poco a poco la vimos con ganas, al
principio con un poco de miedo detrás de nosotros, pero con el dummy al final
se animó. No paraba de entrar a por él y sacarlo, se retozaba en la arena y al
agua otra vez....
Ya casi apunto de llegar a los 6 meses de edad nos dejaba alucinados
con la facilidad de subirse
a la encimera y lo que le
gusta cuidar de sus mascotas,
como el caballo o el oso.